Con esta receta tendrás un pan de algo más de un Kg. Un pan auténtico, crujiente por fuera, esponjoso por dentro, y muy sabroso.
¡Sin gluten, sin harina, sin levadura!…
…con ingredientes integrales, naturales, nutritivos y remineralizantes.
Ideal para celiacos, intolerantes al gluten, o si hay problemas de candidiasis, pues no tiene levadura.
Aguanta en la nevera unos diez días, si no te lo comes antes 🙂
Ingredientes
- 3 tazas de trigo sarraceno en grano
- 1 cucharada de sal marina sin refinar
- 1 taza + 1/3 taza de agua (330 ml)
- 1/3 taza de psylium husk (plantago ovata)
- 3/4 taza de semillas de calabaza crudas
- 1 cucharadita de harina de trigo sarraceno
Procedimiento
Pon en remojo el grano de trigo sarraceno, de manera que el agua lo cubra, y déjalo durante una noche. A la mañana siguiente enjuágalo bien, así eliminas antinutrientes y los mucílagos que suelta el grano, y bátelo con la sal y el agua, hasta obtener una textura homogénea.
Vierte la mezcla en un bol, preferentemente de cristal (evita el metal para la fermentación) y añade el psylium. Mezcla bien con una cuchara de madera, hasta incorporarlo de manera uniforme. Luego añade las semillas de calabaza (reserva algunas para poner por encima antes de meterlo en el horno) y vuelve a mezclar bien.
Tapa con un trapo de cocina y déjalo fermentar veinticuatro horas lejos de la luz directa.
Verás que con la fermentación la mezcla se ha hinchado y ha quedado bastante compacta.
Precalienta el horno a 180º.
Pon un poco de harina en la bandeja del horno para que no se pegue el pan. Con ayuda de una lengua o paleta de madera, vuelca la mezcla en la bandeja del horno, y dale forma de hogaza o la que quieras, pero sin amasar. Puedes hacerle un par de hendiduras para que no se rompa por los lados.
Hornea a unos 150º durante una hora y media. Puedes cortarlo una vez que se haya enfriado. Aguanta muy bien la congelación y está muy rico ligeramente tostado.
COMMENTS ARE OFF THIS POST