Hoy es un día especial, porque cumplo años. Así que antes que nada, gracias mami, por darme la vida, si estoy aquí es gracias a ti 😉 Te dedico esta receta, porque sé que te encantan las almendras y el jengibre…(fatta tutta per te! 🙂 )

Si cada día hay algo que agradecer, hoy aún más: hoy me siento profundamente agradecida a todas las personas que en algún momento la vida ha puesto en mi camino. Todas, sin excepción, me han dado la posibilidad de aprender, sentir, evolucionar, siendo espejo donde ver y reconocer mis luces y mis sombras.

Concibo la vida como una danza, en la que la gente viene y va…y donde cada uno continúa con su danza bien en la cercanía o en la distancia.

A todas las personas danzantes compañeras de mi vida: os quiero, y en estos momentos que vivimos soy más consciente que nunca de que sois vitaminas para el alma: gracias, gracias, gracias 🙂

Y ya me pongo con la receta, no me enrollo más, jejeje.

He preparado este bizcochito que me encanta porque es ligero, super esponjoso y saciante al mismo tiempo. La almendra es deliciosa, rica en minerales como el calcio y el magnesio. Y es que además la canela y el jengibre le dan un toque especialmente rico.

Esta receta no tiene harinas y es facilísima de hacer. Las cantidades son para unas cuatro personas, el bizcochito de la foto está hecho para dos, con la mitad de ingredientes, así que adapta cantidades según tus necesidades.

Soy poco golosa, siéntete libre de añadir más endulzante a tu gusto, aunque creo que así está perfecto 😉

Ingredientes

• 200 gr. de almendra cruda molida (reserva un puñadito para picar)
• 4 huevos ecológicos
• 80 gr. de AOVE (aceite de oliva virgen extra)
• 90 gr. de panela (si te gusta más dulce, añade más a tu gusto)
• Ralladura de dos limones ecológicos
• 1 Cucharada de canela en polvo
• 1 Cucharada de Jengibre en polvo
• 1 cucharadita de bicarbonato
• Pizca de sal

Procedimiento

Precalienta el horno a 180º.

Muele la almendra con un molinillo hasta obtener un polvo fino (también puedes utilizar harina de almendra). Reserva un puñadito de almendras para picar.

Bate los huevos y la panela hasta obtener una mezcla espumosa y homogénea (puedes hacerlo a mano o con las varillas de la batidora). Añade el aove y mezcla muy bien.

Por otro lado mezcla en un bol la almendra molida con el puñadito de almendra picada, la ralladura de limón, la canela, el jengibre y el bicarbonato.

Luego añade poco a poco la mezcla a los líquidos, hasta obtener una mezcla homogénea.

Coloca la mezcla en un molde previamente untado con aceite de coco o aove y hornea a 180º aproximadamente unos 30-40 minutos (cada horno es diferente). El bizcochito está en su punto si pinchas con un palillo y sale seco.

Agradece el manjar y disfruta conscientemente 🙂