Solemos relacionar la palabra alimento con comida, pero hay una visión muy interesante que abarca mucho más y es imprescindible tener en cuenta para nuestro bienestar.

Joshua Rosenthal, director y fundador del Institute for Integrative Nutrition de Nueva York, (escuela de nutrición holística fundada en 1992), fue el primero en utilizar esta distinción.

El concepto de alimento primario hace referencia a todo aquello que nos nutre fuera del plato, que nos alimenta de manera más sutil.

Los alimentos secundarios son aquellos que ingerimos para nutrir nuestras células, aquello que comemos en nuestro día a día. Son un pilar muy importante para nuestra salud, pero no el único.

Podemos decir que un alimento primario es aquello que te llena, te nutre a un nivel más sutil. Puede hacer que pierdas la noción del tiempo, te conecta con el momento presente y con tu esencia, te revitaliza y te empodera. Te hace vibrar 🙂

Según Rosenthal hay cuatro bloques principales que considerar, no obstante, cada persona puede tener además sus propios alimentos primarios:

1. Relaciones sociales

Son un alimento primario esencial, ya que somos seres sociales. Esto incluye las relaciones con tus colegas de trabajo, la familia, tu pareja, y por supuesto y de vital importancia, la relación que tienes contigo, cómo te tratas, qué te dices.

Las buenas relaciones son vitaminas para el alma. Dentro de las relaciones podemos sentirnos arropadxs, en confianza, nutrirnos del afecto de otras personas, y favorecer nuestro autoconocimiento. En éstas prima la calidad antes que la cantidad.

2. El trabajo

Le dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, o mucho.

Puedes tener un trabajo nutricional (aquel con el que pagas tus facturas y te da de comer) o un trabajo nutritivo que te llene, te inspire y te aporte para seguir desarrollándote en la vida.

3. El ejercicio físico

Aporta bienestar, confianza y autoestima. Imprescindible disfrutarlo. Hay muchas posibilidades diferentes de practicarlo: ir al gimnasio, caminar, danzar, nadar, remar, correr…

4. Conciencia/espiritualidad

Ahora más que nunca, que vivimos en la prisa continua, o casi diría en la distracción continua, en la tendencia a la dispersión, es necesario tener tiempo exclusivo para ti.

Tiempo para dejar de hacer y permitirte ser. Tiempo de silencio, pasear en soledad, introspección, reflexión, conexión contigo, presencia plena en ti.

Tenemos tendencia a mirar fuera, a lo externo, y también hay un interés en captar nuestra atención desde el exterior. Si somos conscientes de ello podemos empezar a cambiarlo y no dejar siempre nuestro tiempo en manos de otras personas.

Cuando descuidamos nuestros alimentos primarios, solemos recurrir a diferentes muletillas a través de la comida, o a la bebida, de manera desordenada y caótica para llenar un vacío o compensarlo. Y frecuentemente hacemos elecciones que no nos benefician.

Es interesante reflexionar sobre estos cuatro grupos principales de alimentos primarios.

Cada persona tiene además los suyos propios. Puede ser la relación con tus mascotas, los abrazos, el contacto con la Naturaleza, cualquier actividad creativa o intelectual como la pintura, la lectura, la escritura…

¿Cuáles son los tuyos? 🙂