Con el calor apetece más comer crudo.
Las ensaladas son maravillosas para proporcionar cada día nutrientes depurativos, sabrosos y de calidad.
Esta receta es sencilla y rápida. ¡La falta de tiempo no puede ser una excusa!
Es un plato completo que te aporta vitaminas, minerales, grasas saludables y proteína completa.
Es muy saciante y está deliciosa.
Los germinados son una fuente muy valiosa de energía vital, al germinar se transforman químicamente y es más fácil asimilar todos sus nutrientes. Prepararlos en casa es muy sencillo, aquí te lo explico.
Así evitarás generar residuos de plástico que son tan nocivos para nuestro planeta y nuestra salud.
La guindilla verde es opcional, omítela si no te gusta el picante.
La caballa es siempre mejor comprarla en bote de cristal que luego puedes reutilizar para guardar hierbas aromáticas, frutos secos o lo que necesites en tu despensa.
Las ensaladas te pueden inspirar a crear platos muy variados para cada día, y son una alternativa deliciosa en una alimentación saludable sin gluten. Las fibras vegetales son saludables porque entre otras muchas cosas, alimentan nuestra flora bacteriana fermentativa, la buena, fortaleciendo nuestro sistema inmune.
¡A tu salud!
INGREDIENTES
Base de mezclum (hojas variadas: canónigos, lechuga, rúcula…)
Dos tomates pequeños
2 guindillas verdes (opcional)
Un puñado de aceitunas de Aragón (o las que prefieras)
Dos trozos grandes de caballa en aceite
Un puñado de germinados caseros de judía mungo (o los que te gusten)
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de manzana sin pasterizar
PROCEDIMIENTO
Lava las hojas verdes y los tomates.
Córtalos y añade el resto de ingredientes. Añade las guindillas picaditas.
Aliña a tu gusto con aceite y vinagre. En este caso no he usado sal porque las aceitunas son saladas y la caballa también. Si lo quieres más saladito añade sal de hierbas.
Disfruta 🙂
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