Un pan sin gluten, estilo alemán (esto quiere decir que muy esponjoso no es, pero es muy rico y sabroso). Se puede cortar en rebanadas y congelar, está mejor calentito y un poco tostado. Es un alimento muy nutritivo, con la proteína completa que aporta el trigo sarraceno o alforfón que además es rico en rutina, un antioxidante que ayuda a reducir la inflamación y la presión sanguínea.

Ingredientes:

• 2 tazas de grano de trigo sarraceno
• 1 cucharadita de sal
• 180 ml de agua
• 1/2 taza de nueces picadas
• 1/4 taza de tomate seco picado
• Un puñado de aceitunas de Aragón picadas
• Una pizca de pimienta negra molida
• AOVE para engrasar el molde

Procedimiento:

Pon en remojo el grano sarraceno un mínimo de cuatro horas (o una noche). Cuélalo y bátelo con la sal y el agua. Pon la mezcla en un bol que no sea de metal y deja fermentar de 12 a 24 horas. En invierno, dependiendo de la temperatura ambiente, suele tardar unas 24 horas, en verano menos. En cualquier caso lo verás por las burbujitas que se forman y porque la masa habrá crecido un par de dedos y olerá a fermentado.

Añade a la masa fermentada las nueces, el tomate seco, la pimienta, las aceitunas y mezcla bien.

Precalienta el horno a 200º, engrasa el molde y vierte la masa. Hornea una hora aproximadamente. Estará listo cuando al pincharlo con el palillo no lo manche.

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